
REACCIÓN TISULAR
Todas las suturas se comportan como cuerpos extraños, por lo que producen respuesta tisular. Esta depende fundamentalmente de la cantidad y tipo de material con que fue fabricada. En general, las suturas de origen natural son las que mayor reacción tisular producen. La respuesta tisular inicial está en parte relacionada con la lesión que produce la aguja al color la sutura, a la que se agrega la reacción que produce el material por sí mismo.
Ante un daño, los tejidos naturalmente reaccionan inflamándose, reacción que alcanza el máximo entre el segundo y el séptimo día después de la implantación de la sutura. Una prolongación del proceso se traduce como un retardo en la cicatrización. En los primeros 4 días hay un infiltrado celular compuesto por un tipo especial de células blancas (leucocitos polimorfonucleares, linfocitos y monocitos). Entre el cuarto y el séptimo día, se agregan los macrófagos y fibroblastos, y luego del séptimo día se observa tejido fibroso con inflamación crónica.
En las suturas no absorbibles, que permanecen en el organismo, la reacción inflamatoria es mínima, y forma una delgada cápsula fibrosa alrededor de los 28 días. Con las suturas absorbibles, la reacción inflamatoria es más marcada y persiste hasta que la sutura es absorbida o eliminada.
Las suturas menos reactivas son las monofilamento (nylon, polipropileno, polidioxanona, etc.); por el contrario, las más reactivas son las multifilamento (catgut, seda, poliéster, etc.) que, al tener mayor superficie tienden a estimular una mayor reacción tisular. El lugar de implantación (tejido, lugar anatómico) y la técnica de colocación de una sutura también influyen en la respuesta tisular.
Luego de suturar la piel, se produce un crecimiento de tejido epidérmico sobre el material de sutura, que forma una cubierta o manguito a su alrededor, lo que de alguna manera dificulta la remoción posterior de la sutura. La sedan puede ser particularmente difícil de retirar luego de varias semanas por la interacción del tejido con la estructura trenzada del material. Por el contrario, el polipropileno, por sus características, requiere muy poco trabajo para ser removido, aun después de varias semanas de implantado.
Algunas suturas son más proclives a causar infección si se contaminan durante su implantación o inmediatamente después. Está demostrado que la configuración física del material potencia la infección, sobre todo con las suturas multifilamento, tal como se mencionó anteriormente. Las bacterias penetran por los intersticios del material y se encuentran relativamente protegidas del alcalce de los leucocitos, ya que estos, al ser de mayor tamaño, no pueden penetrar y actuar. De la misma forma, también los nudos pueden actuar protegiendo los microorganismos, por lo que debe reducirse al mínimo indispensable el número de seminudos en las suturas enterradas. Es importante recalcar que la presencia de suturas, cualquiera sea su estructura, aumenta la susceptibilidad del tejido a la infección. Aparte de la estructura del material, también influyen su cantidad (diámetro y largo) y la técnica de la colocación.
La alergia a los materiales de sutura no es común, pero se ha informado sobre reacciones al catgut, específicamente a las sales de cromo.
REFERENCIA: Cirugía en pequeños animales. Sabás Z. Hernández, Viviana B. Negro.